- El objeto de algunas disciplinas científicas se ha convertido en un puro contradios.
- En definitiva, cualquier excusa es buena para negar al Creador (y mira que es tarea compleja).
- Pero a los que no les gusta Dios tampoco suele gustarles el hombre.
- Por ejemplo, Ángeles Caso arremete contra el desprecio a los "animales no humanos".
- Si al menos se trata de animales humanos…
Socialmente ilustrativo, políticamente oportuno. El diario gratuito
20 Minutos plantea en su portada una foto de las que se dicen de tamaño natural. No se trata de un senador de Podemos, sino de los
especímenes a Atapuerca de apariencia humana, como los senadores de Podemos.
Los chicos de
Arsenio Escolar han titulado así: "Indicios de que tuvo un abuelo un millón de años antes". Y no lo van a creer, pero el tipo, hace ya un millón de años, ya leía 20 Minutos, allá en Atapuerca. Estaba bien informado.
Son las deducciones científicas hacia atrás, de esas que deducen que llegan a una cantera donde encuentran restos de homínidos y deducen que nuestros ancestros utilizaban calzoncillos de piedra. Es el
'homo escolaris'.
No hay por qué asustarse, pues el objetivo de muchas de estas ciencias se ha convertido en un pura
contradios, donde lo único que importa es cualquier excusa que sirva para
negar al Creador (ardua tarea, por cierto), aunque sea a costa de confundir creación con evolución.
Pero el asunto no termina ahí, no. En el interior de la misma edición del mismo diario, me topo con un artículo grandioso de
Ángeles Caso, que lleva por título "La vergüenza de la 'fiesta' nacional". Así la sutilísima novelista nos manifiesta su indignación porque se trate a "los
animales no humanos" con tanto desprecio.
La verdad es que desprecio ninguno. El
toro de lidia es el animal "no humano' que mejor vive. ¡Qué vidorra se pega el tío! Si yo fuera toro me pediría bravo. Ni los canónigos de antaño, según cuentan los comecuras del tipo Ángeles Caso, vivían en medio del lujo de un Miura en la dehesa.
Pero de lo que me he quedado prendado ha sido de lo de "animales no humanos". Que es lo contrario del caso de Ángeles: que se trata una animal humano, mayormente racional.. salvo cuando habla de toros. Porque en estos casos, el caso Ángeles, verbigracia, resulta que el adjetivo -humano- es lo sustancial y el sustantivo -animal- un mero accidente.
Y
el animal humano de Atapuerca, el 'homo escolaris', y el caso de Ángeles demuestran precisamente eso: que nos hemos vuelto todos
chiflados, incluido el abuelo de 1 millón de años y un día, lector de 20 Minutos en Atapuerca, como creo haber dicho antes.
Y encima, el tal Dios que no se muere…
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com