Los políticos sólo entran en razón cuando caen en desgracia. Así, Ciudadanos en general e Inés Arrimadas en particular, aprovechan el paripé de Pedro Sánchez, que ya tiene socio en Podemos pero que tiene que hablar con todos para no negociar nada, para soltar una idea. Arrimadas quiere que aquellos partidos que no obtengan un mínimo de votos en todo el país (ella lo sitúa entre el 3 y el 4%), no tengan escaños.
Un golpe a los nacionalistas, porque lo que no es normal es que el PNV, por ejemplo, que recibió 378.000 votos se quedó con seis diputados mientras Ciudadanos, con 1.637.540, es decir, cinco veces más, sólo obtuvo 10.
Pues bien, un mínimo de votos para obtener escaño sería un recorte tremendo del poder de los nacionalistas, que son pocos pero imponen sus tesis al resto de España.
Más sensatez desconocida en Ciudadanos hasta el momento: Arrimada recuerda que entre PSOE, PP y Cs suman 221 escaños. Y Cs no pide entrar en el Gobierno. En efecto, esta es la alternativa que Sánchez asegura que no existe: un gobierno en solitario del PSOE, un pacto de legislatura con PP y Cs y, atención reducir el poder de Podemos y de los separatistas.
Pero ni Sánchez ofrece ese pacto de legislatura -pretende la rendición incondicional- ni Casado está dispuesto a dar el si a Sánchez.