• Hollande no podrá retirar la nacionalidad francesa a los condenados por terrorismo.
  • Quizás no les importe mucho. En cualquier caso, la víctima no es la patria francesa sino el cristianismo, reflejado en los franceses, sean o no practicantes. 
Los condenados por terrorismo perderán la nacionalidad francesa aunque haya nacido en Francia. Recuerden que los galos otorgan nacionalidad por derechos de sangre o de suelo. Pues bien, era una idea del Frente Nacional pero no ha prosperado. Y tampoco era necesario, porque no ganas nada arrebatándole la nacionalidad a un terrorista. Para entendernos, los yihadistas no odian a Francia, lo que quieren es conquistarla. Odian el cristianismo francés. Si lo prefieren la impronta cristiana de Francia. Eulogio López eulogio@hispanidad.com