• Impacto de género para las carreteras.
  • Ideología de género aplicada a la red viaria en el territorio foral de Guipúzcoa.
  • Antaño está poblado por gente aparentemente normal.
  • Y más: para regular el uso y los peajes de la carretera de Francia se precisa un informe del órgano foral sobre igualdad de hombres y mujeres.
  • Porque hay carreteras y carreteros.
  • Y hay peajes y peajas. Incluso hay gilipollas y gilipollos.
  • El impacto sobre identidad de género resulta muy impactante: produce imbecilidad crónica.
Palabra que no me invento nada: aquí están las pruebas. Por favor, no se pierdan el párrafo 5 del Procedimiento de Elaboración. Ojo al dato: "En fecha 6 de julio de 2016 se evacuó el informe de evaluación previa de impacto de género… Asimismo, en fecha 28 de julio se evacuó el informe preceptivo emitido por el órgano para la igualdad de hombres y mujeres". ¿Comprenden? Estamos hablando de una carretera. Pero para regular su uso y su coste se precisa un informe de impacto de género y otro de igualdad entre hombres y mujeres. Porque, como todos ustedes saben, también el asfalto tiene género y, en tantas ocasiones, cae en violencia. Machista, naturalmente. Hasta ahora conocíamos las declaraciones de impacto medio ambiental, que tantas veces resultan lo suficientemente chorras pero ahora llegamos al impacto de género… a la hora de arreglar carreteras y cobrar peajes. En efecto, hay autovías de lo más machistas. Por ejemplo, la autovía de la Plata. Moviola, porque la cosa es demasiado fuerte. Estamos hablando de la Diputación Foral de Guipúzcoa, antaño una provincia poblada por personas que parecían normales y de un anteproyecto de norma foral para regular el canon de utilización de determinados tramos de la autopista A-15 y de la Nacional 1 a su paso por la muy foral provincia vasca. Y para eso, para regular tramos y peajes, resulta que necesitamos, no un informe de impacto medioambiental, sino un informe sobre impacto de género. Y tan impactante: produce estupidez aguda. A lo mejor no nos hemos vuelto todos idiotas. A lo mejor sólo lo parecemos. Porque hay carreteras y carreteros. Y hay peajes y peajas. Incluso hay gilipollas y gilipollos. El impacto sobre identidad de género resulta muy impactante: produce imbecilidad crónica. Eulogio López eulogio@hispanidad.com