- Lo de la brecha salarial es un fraude feminista.
- Por ejemplo, se homologan medias jornadas con jornadas completas.
- Y se utilizan los pluses de forma falaz.
Me lo comenta un empresario de una gran empresa española. El presidente ha anunciado que
para 2018 no hay subida salarial.
Finalmente añade: bueno, salvo para las mujeres. Entonces nuestro gestor se aplica a hacer las cuentas al revés: ascender a mujeres sólo porque son mujeres, dado que la única forma de subirle el sueldo es ascender en categoría. Lo cual es injusto, pero la fuerza del tópico es muy grande.
Y ahí está la clave. Resulta que casi todos los puestos de trabajo están reglados: a un cargo
corriendo un salario. Por tanto, el administrativo de segunda cobra lo mismo -salvo error u horror- sea llame Pepe o se llame María. La brecha salarial es una gran mentira,
un fraude.
Y así, para justificar la inexistente brecha,
se homologan medias jornadas con jornadas completas y se utilizan los pluses: de dedicación, de horas extras etc. Porque la mujer, por su dedicación la hogar, opta por la media jornada o, en cualquier caso, no soy muy amigo de horas extras.
No es que
la brecha salarial sea mínima, es que
no existe. Y cuando existe, cuando realmente una mujer cobra menos que un varón en el mismo puesto y con las mismas condiciones laborales… a Inspección de Trabajo. Están deseándolo.
Pero eso sólo lo podrán leer, en público, en
Hispanidad. En privado sí, muchas veces, pero hay miedo al cura contra el tópico.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com