- ¿Luchó Ferrovial para evitarlo?
- ¿O sólo mirar hacia otro lado?
Condena en el Palau. Detrás de la operación,
la financiación ilegal de Convergencia y el chantaje a la empresa para que abonara dinero al partido a cambio de conseguir contratos de obra pública.
Ferrovial se exculpa. Asegura que
sus directivos no han sido condenados y que la compañía desconocía a qué iba destinado el dinero.
Pues hombre,
el primer culpable de un chantaje es el chantajista, pero el chantajista también tiene obligación moral de intentar evitarlo. No basta con mirar hacia otro lado.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com