- El periodismo político español disfruta de libertad; el económico, cada vez menos.
- El alineamiento y la espléndida falta de pluralismo interno mejoran el periodismo político español.
- Eso sí, seguimos perdiendo el tiempo hablando de papel contra Internet. El periodismo escrito es ya electrónico.
- Lo que persiste es la lucha eterna entre los grandes editores y la prensa independiente.
- Apuesten por los pequeños: son los que dicen la verdad.
- Al menos, no son políticamente correctos.
Periodismo político en España: libertad notable. Todo ello gracias a que no han cumplido la tontería que predicaban, eso del
pluralismo interno, que no es otra cosa que esquizofrenia. Por el contrario,
cada medio se ha alineado con la izquierda o la derecha. Algunos virtuosos como
Atresmedia, han creado el canal más de derechas,
Antena 3 TV, y el más izquierdista y podemita,
La Sexta. Cada lector y oyente sabe lo que está viendo o leyendo e incluso los motivos que condicionan lo que está oyendo. Saben que
La Sexta va a arremeter contra el PP y que a
Antena 3 no le gusta Podemos. ¡Ah!, y que los curas no le gustan a ninguna de las dos. El alineamiento repercute así en la libertad de prensa. A favor, no en contra.
No,
los mensajes no son muy profundos pero al menos quedan claro los argumentos a favor o en contra. Además, tampoco nuestra clase política da para muchas profundidades.
Pero algo muy distinto ocurre con la
prensa económica, cada vez más maniatada. Los partidos son fusilables, las empresas intocables. Y como los medios están en crisis…
Esto es lo que ocurre. Luego vienen las maniobras de diversión sobre la lucha entre el papel e internet. Olvídense:
el periodismo escrito ya es todo él electrónico. Eso sí, persiste la pugna entre lo grande y lo pequeño,
entre los señores de la prensa y los medios independientes de Internet. Los primeros acusan a los segundos de superficialidad cuando lo cierto es que la verdad suelen discurrir por canales diminutos,
cuanto más pequeños, mejor. Y si mienten, al menos no son políticamente correctos, como ocurre con los grandes.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com