Al presidente ruso, Vladimir Putin, conviene escucharle siempre: cuando plantea soluciones constructivas y cuando amenaza.
En la mañana del jueves, se dirigió a su país en el discurso-rueda de prensa de fin de año. Pues bien, es el único líder mundial que ha hablado de un peligro de guerra nuclear global, como consecuencia del que Estados Unidos no quiere renegociar el acuerdo sobre misiles nucleares que firmaron Mijail Gorvachov y Ronald Reagan. En 1987, un hito en el desarme mundial.
Trump debería renovar el acuerdo Reagan-Gorbachov
Putin asegura que no sabe lo que ocurrirá si los misiles se depositan en Europa, al borde de su frontera.
Y lo cierto es que tiene razón. Trump debería renovar el acuerdo Reagan-Gorvachov.
Ahora bien, no tiene razón cuando, como supuesta respuesta a ese supuesto despliegue balístico en Europa occidental, Putin se plantea aceptar la invitación de Nicolás Maduro para instalar una base aérea en Venezuela. Algo que recuerda demasiado a la crisis de los misiles soviéticos instalados en Cuba. Ese no es el camino.