- La gran mentira: no vamos a subir los impuestos que afectan a la mayoría de la población.
- Todos los toques, o tocamientos fiscales, afectan a todos -y hasta a todas- los ciudadanos.
- Y es justo lo que tenía que hacer: subir el IVA, el impuesto más justo de todos.
- Por cierto, los seguros sociales son los que hacen que el empresario se lo piense tres veces antes de contratar.
- A la gente no hay que juzgarla por lo que tiene, ni tan siquiera por lo que gana, sino por lo que gasta.
Cuando el ministro de Hacienda,
Cristóbal Montoro, habla de tocar impuestos, ya se sabe que es al alza. O sea, que son
tocamientos de impuestos, con su aquel de molestia y grosería, mitad por mitad.
Rajoy (
en la imagen) ha dicho algo inteligente al besugillo de
Ramón Espinar, que en los ratos que le deja libre la
especulación es portavoz de Podemos en el Senado y te suelta una soflama sin darte los buenos días. Le dijo Rajoy que cuando debes dinero, una de dos:
o ingresas más o gastas menos, pero que ambas cosas al mismo tiempo es imposible.
O sea, lo del profe que se topó con una alumna minifaldera en primera fila y tuvo que aclararle:
-
Señorita, o enseña usted o enseño yo, pero los dos al mismo tiempo es imposible.
Hasta ahí lo que hizo bien
Mariano Rajoy, cuya perspicacia alcanza al sentido común y se aposenta en esa frontera, non plus ultra.
Y claro, a partir de ahí sale por lo políticamente correcto:
no subiremos aquellos impuestos que afectan a todos los españoles. Oiga, don Mariano: todos los tocamientos, subida, de impuestos, de cualquier impuesto, afecta a todos -incluso a todas- los ciudadanos. Tocar los impuestos significa que usted nos está metiendo la mano en el bolsillo y que va a administrar nuestro dinero como le venga en gana. Todo impuesto es una
confiscación de la propiedad privada.
Lo que ocurre es que tenemos una izquierda tan demagoga que en cuanto le hablas de fastidiar al rico se siente confortada,
aun cuando no saque ningún provecho. Como el viejo campesino, al que no le importaba su desdicha con tal de que la del vecino fuera mayor.
Y
Rajoy ha hablado de subir las cuotas sociales para sueldos altos.
¿Qué es lo que ocurrirá? Pues que el empresario se lo va a pensar tres veces antes de contratar. Porque la diferencia en España entre el
salario líquido y los costes laborales es de las más altas de Europa.
Más tocamientos. Rajoy no toca los impuestos (IRPF e IVA) que afectan a todos los ciudadanos. ¡Pues muy mal, tocador Rajoy y tocador Montoro!
No es bueno subir impuesto alguno, pero si resulta necesario, el impuesto menos injusto es el IVA, a ser posible un
IVA progresivo. Porque al igual que ocurre, o debería ocurrir, con el Estado, la familia puede gastar con frugalidad pero no ingresar con demasiada frugalidad.
Traducido: a la gente no hay que juzgarla por lo que tiene, ni tan siquiera por lo que gana, sino por lo que gasta.
Cuidado con los tocamientos del PP.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com