José Manuel Albares es un personaje acomplejado, lo cual le lleva a la exaltación del tímido, también conocida en el universo castizo como chulería.
Ahora resulta que él no pide permiso a Estados Unidos (es verdad, sólo le secunda) para exigir el reconocimiento del Estado de Palestina. Es decir, hace lo que que nuestro líder global, Peter Sánchez necesita para no incurrir en el ridículo internacional.
El viernes 10 Palestina logró que la ONU riñera a Israel pero lo cierto es que su situación en el contexto internacional apenas ha cambiado.
Ahora bien, me preocupa que se mantenga esa línea absurda europea -no, lo de absurdo y lo de europeo no es una reiteración- de que hay que forzar la creación de dos Estados. Desde luego, ni es el momento adecuado ni se se ha producido la condición 'sine que nom' para ofrecerle esa salida a Palestina, que es la misma que la de los etarras en España: que condene los asesinatos y de los terroristas de Hamas y toda su trayectoria, cosa que hasta ahora no ha hecho sino con la boca pequeña.
Pero ¿es que no os dais cuenta de que los israelíes, a pesar del plasta de Netanyahu, son occidentales, nada menos que nuestros hermanos mayores en la fe que ha creado Occidente, la fe cristiana? ¿No os dais cuenta de que sin pararles los pies a los palestinos, y ahora no sólo hablo de Hamas, estaréis honrando a quienes de buena gana os apuñalaría en una calle de Madrid, Londres, París o Roma? Por último, ¿no os dais cuenta de que la sacralización del reconocimiento del Estado de Israel no es más que la historia misma de este conflicto desde 1948, cuando la ONU crea dos estados y son los palestinos los que no lo han aceptado nunca porque conlleva su aceptación del existencia del Estado de Israel?
La verdad está de parte de Israel. Hay que decirle a Netanyahu que no se pase de cruel, que se está pasando, pero es Israel el que debe ganar la guerra de Gaza. por el bien de todos, incluso de los palestinos, que no deberían elegir entre Cisjordania y Gaza.