La mezquindad reina en España, tanto en el mundo político como en el periodístico.
Hacía tiempo que no se veía un ensañamiento de tal calibre como el vivido en la mañana del lunes contra la dimisión de Albert Rivera en la TV del PSOE, la pública RTVE.
Increíble porque Albert Rivera, personaje que no me cae simpático, ha tenido un gesto de honradez y de grandeza que tan escaso suele resultar en el mundo político: ha dimitido como presidente de Ciudadanos, como diputado y ha abandonado la política. Con ello se queda sin fama, sin sueldo y sin posibilidad de hacerle sombra a su sucesora.
Lo que demuestra que el PSOE no sabe perder… ni cuando gana
Pues bien, lo de la RTVE de Pedro Sánchez es hacer leña del árbol caído. Incluso negar aquel otro aforismo de a enemigo que huye puente de plata. No, había que hundirle, insultarle y hacerle responsable de la muerte de Manolete.
Lo que demuestra que el PSOE no sabe perder… ni cuando gana. La mezquindad le puede. Y a los tertulianos de RTVE, los de Xabier Fortes, lo mismo.