- Jerusalén no sólo es una cuestión judía ni musulmana: es cristiana.
- Y sin Jerusalén en paz el mundo vivirá en guerra permanente.
- Ya nos hemos olvidado del plan de convertir a Jerusalén en una ciudad internacional de las tres religiones.
- Hamás y la franja de Gaza continúa siendo un nido de terroristas. Gente que aplaude a los bi-asesinos: los terroristas suicidas.
- Y si no, seguiremos en 'la III Guerra Mundial por trozos'.
Es en el templo donde el adolescente
Jesús de Nazaret imparte su primera lección de teología. Es en el templo donde pone patas arriba el
fariseísmo y la concepción caprichosa de los dirigentes del pueblo elegido, acerca de su papel en el mundo (andaban ligeramente equivocados).
Pero, ahora, miren por dónde, resulta que el templo de Jerusalén y la explanada de las mezquitas (¿por qué 'de las mezquitas',
si el Islam impuso los dos templos musulmanes a la fuerza siete siglos después?) son un lugar sagrado para judíos y musulmanes pero
no para los cristianos.
Y esto lo dice un medio presuntamente cristiano,
RTVE, en un país presuntamente cristiano, llamado España.
Para entendernos, Jerusalén no sólo es una cuestión judía ni musulmana: es
cristiana. Y sin Jerusalén en paz el mundo vivirá en guerra permanente,
en esa III Guerra Mundial por trozos de la que habla el
Papa Francisco.
En este sentido, parece
como si ya nos hubiéramos olvidado del plan de convertir a Jerusalén en una ciudad internacional de las tres religiones monoteístas, bajo mandato internacional.
Y ojo con la vuelta al apoyo pro-palestino,
por el que siente tanta querencia la izquierda europea. Hamás y su predio de la franja de Gaza continúa siendo un nido de terroristas. Gente que aplaude a los bi-asesinos: los
terroristas suicidas.
Si a Siria e Irak le unimos
otra intifada o guerra en Israel,
atentados terroristas en Jordania, hasta ahora fuera del circuito, y los talibanes crecidos en
Afganistán con más atentados suicidas, la que se puede liar hará
palidecer de envidia al oligofrénico norcoreano
Kim Jong-un.
Pero lo primero es hacer de Jerusalén una
ciudad abierta e intocable. Y si no, pues seguiremos en la corregida y aumentada, 'III Guerra Mundial por trozos'.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com