- Principal objetivo: imponer el aborto y la esterilización. Al parecer, no les gusta la raza humana.
- Y lo más importante, el NOM ya ni se molesta en ocultar que tras los "derechos reproductivos" se esconde el aborto a la fuerza. Sólo lo ocultan algunos clérigos.
- Y lo no menos importante: el NOM quiere imponer una religión sincretista universal.
- O sea, una macedonia, de hinduismo, budismo, Baha'i, Soiux, la Madre Tierra, etc.
- Una religión sin dogmas, claro está, que es algo parecido al vino sin alcohol.
No podía ser sino
Juan Claudio Sanahuja, el sacerdote argentino que creó la insuperable página de
Noticias Globales (NG). Ha estado en Madrid y servidor, abusando de su bonhomía, le he echado la bronca porque veo que NG, el alimento espiritual del pueblo, no publica tanto como antes. Me ha prometido enmendarse.
Sanahuja es el autor de dos libros para leer, releer y luego archivar como enciclopedia de consulta:
El Desarrollo Sustentable y
Poder global y religión universal. Pues bien, digo que Sanahuja ha pasado por Madrid y
ha impartido una conferencia magistral, porque lo que sabe este personaje lo saben muy pocos otros. No se lo pierdan. Sólo 50 minutos pero no tienen desperdicio, merece la pena.
Vamos a resumir las ideas-fuerza que Sanahuja dejó clavadas en Madrid. La
religión nueva que pretende el
Nuevo Orden Mundial (NOM) es un credo sin dogmas. Bueno sí, con un sólo dogma, llamado
aborto.
Y así es cuando Sanahuja empieza a ponerle nombre propio a sus ideas, lo que constituye su principal grandeza. Su relato comienza en Holanda donde, en 2004, los chicos del NOM llegan a la conclusión de que hay que hacer suyos a los curas.
Se decide invertir más recursos humanos y materiales para que los ministros de las religiones -o sea, los curas católicos- 'democraticen' su discurso, sobre todo en asuntos de salud sexual y reproductiva. Holanda constituyó el previo del décimo aniversario de la Conferencia de la Población de El Cairo. Y piano piano, para 2015, el NOM tenía previsto convertir el aborto en derecho y la
esterilización en necesidad. Van con un poco de retraso pero no cejan en el empeño.
Otro detalle de la infiltración de ideas NOM en la
Iglesia: los
Objetivos del Milenio para el Desarrollo (OMD), ahora renovados por otros 15 años, hasta 2030. Empecemos por el final: los OMD son abortistas. Peor, miren, por dónde, el director de la Pontificia Academia de Ciencias y de Ciencias Sociales, el argentino Sánchez Sorondo, asegura que el nuevo documento sobre Objetivos para el Desarrollo (sucesor de los objetivos del Milenio) no es abortista: "
Yo no veo ninguna referencia al aborto en estas metas", asegura. Y lo peor es que, por su cargo, muchos pensarán que es la Santa Sede quien habla por su boca. Niega Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de Ciencias, que la
salud reproductiva constituya la pantalla del aborto. Pero así es y ya el NOM ni se molesta en ocultarlo, sólo algunos clérigos.
Pasamos al segundo punto: la religión universal. Credo sin dogmas, sin caridad y hasta sin ideas. Y esta constituye otra de las infiltraciones del NOM dentro de la Iglesia. La universidad de Georgetown y otras instituciones católicas figuran en
el Parlamento Mundial de las religiones, otro invento y otra horterada ONU-NOM. ¿Que es esto? Pues el Parlamento pretende igualar todas las religiones y, sobre todo, imponer un sincretismo, un eclecticismo mezcla de todos los credos y hasta de las majaderías más curiosas, para desdibujar a la única iglesia que le interesa someter, a su mayor enemigo: la religión católica. Y lo malo es que ha llegado a haber hasta tres cardenales (ahora dos, que uno murió) en la dirección del tal Parlamento. Uno de ellos era -ya no figura- el cardenal
Rodríguez Madariaga, miembro del G-8. Otro directivo del parlamento Mundial de las religiones era el ínclito
Godfried María Jules Danneels, arzobispo de Bruselas-Malinas. Este merece comentario aparte. Sí, es el mismo prelado ultraprogresista que
se ha hecho archifamoso tras la presentación de su biografía, en cuyo prólogo, y en cuya presentación pública, reconoció haber creado una
mafia clerical para dirigir la Iglesia.
Con entusiasta desfachatez digna de otras funciones, por ejemplo, las evangelizadoras, el cardenal belga daba nombres de los conjurados entre los que se encontraba toda la progresía curial, o sea, los buenos del momentos. Entre ellos, la estrella del pasado Sínodo de la Familia, el arquetipo de la clerecía progre, ubicado en lo más alto de la Iglesia y alabado hasta por el mismo papa Francisco: el cardenal alemán,
Walter Kasper. No lo digo yo, lo dice Danneels. Entre sus funciones, por ejemplo, estaba la de tumbar a Benedicto XVI y cambiar por otro pontífice más moderno.
Y así se cierra el círculo, pero la infiltración del Nuevo Orden Mundial en la Iglesia no termina aquí. Mañana más.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com