Nos cuentan en Moncloa que Pedro Sánchez, siempre aprendiendo, ha decidido que lo que hay que hacer con los independentistas catalanes es no hacer nada. Los separatistas se devoran a sí mismos.

Y es cierto. El principal problema del secesionismo catalán es su narcisismo: les encanta que el mundo esté pendiente de ellos, particularmente en Madrid. Y, naturalmente, es lo que le convine a Sánchez. Pero ojo, repetimos: Cataluña nunca se independizará de España porque eso no es posible, pero si puede ser el germen de un enfrentamiento civil que afecte a todo el país. Un enfrentamiento que ya está en marcha.

Entendamos al presidente: a Pedro Sánchez le importan un bledo los problemas y las soluciones, lo que le importa es permanecer en Moncloa el mayor tiempo posible

Entendamos al presidente: a Pedro Sánchez le importan un bledo los problemas y las soluciones, lo que le importa es permanecer en Moncloa el mayor tiempo posible. Y considera que ignorar el problema catalán (insisto, no es mala solución) puede servirle para permanecer como presidente. Y lo hace.

Quizás por ello, el canciller José Borrell se ha visto autorizado para dar un nuevo no a la Generalitat: la apertura de las seis nuevas embajadas de la quimérica república catalana. Y, naturalmente, Torra ha dicho que le importa un bledo y que seguirá adelante con ellas. Lo relevante es seguir estando en el proscenio, seguir siendo el centro de atención.

El hombre que jugó a la ruleta rusa con un detenido

Por cierto, hay que felicitar al diputado por Cataluña, Alejandro Fernández, sin duda le mejor de los peperos en Cataluña. Habla de Torra y de Otegi y es lo mejor que he oído en el Parlamento desde hacen mucho tiempo. Y, además, un espléndido, y breve, resumen de la actualidad separatista catalana. Eso de Otegi jugando a la ruleta rusa con un detenido tiene su aquel…

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