Decíamos anteayer que los obispos españoles no deberían privar a los católicos de comulgar. Al final, la Conferencia Episcopal ha emitido un comunicado en el que aseguran que la misa dominical volverá el domingo 17 y que las eucaristías diarias regresarán el lunes 11.
Es decir, que los obispos han cumplido las órdenes del cristófobo Pedro Sánchez hasta el final. Sánchez ha doblegado a los obispos españoles hasta el final: peligroso precedente y la progresía gubernamental ha aprovechado para profanar la Eucaristía.
Se trata de un peligroso precedente, ensayo para ulteriores y más graves ataques a la Eucaristía. Ahora el Gobierno socio-podemita sabe que los obispo se rinden sin tan siquiera luchar.
Que no nos pase nada.