No queremos solidaridad pública, sino privada. La solidaridad pública, como el dinero público, es un ente de ficción y, además, los políticos que la impulsan, demuestran tener mucha cara: es una solidaridad que se paga con el dinero de los demás mediante impuestos obligatorios. Es hacer política con el dinero de los demás: no existe. Sea solidario con su dinero, no con el del vecino.
Pedro Sánchez nos está vendiendo nuevos subsidios que paga con el dinero de nuestros impuestos y con la deuda pública que pagaremos nosotros y nuestros hijos.Nos vende blindar las pensiones en la Constitución, como si el dinero para pagar las pensiones saliera de la Carta Magna. El dinero saldrá de unos impuestos que nos ahogan y que, encima, tienen que financiar la deuda que el Gobierno crea.
Siempre ha sido así con la clase política, pero presumir de que “es bueno para todos los españoles”, resulta excesivo
Por todo ello, llaman la atención las palabras del presidente sobre los decretos electorales de esta semana: “PP Y Ciudadanos deberían peguntarse porqué lo que es bueno para todos lo español, es malo para ellos”. Pues ese es el problema presidente, que no es bueno, sino malísimo, para los españoles, porque están hechos bajo la fórmula de “yo invito, tú pagas”. El dinero público no existe.
Esto de ser generoso y solidario con el dinero ajeno, no sé si es buena señal, pero demuestra la caradura inmensa del presidente del Gobierno.