Ser un empresario exitoso, innovador, además de multimillonario, no significa ser inteligente.
Elon Musk, el hombre del coche eléctrico y el espacio, además de porretas es un visionario: asegura que las pirámides de Egipto fueron construidas por extraterrestres. Lo sabe de buena fuente.
El Gobierno de El Cairo le ha invitado a visitarlas pero Elon, por el momento, ha decidido aplicar el viejo lema periodístico: no dejes que la verdad te estropee un buen titular.
Elon también pertenece al nuevo periodismo digital, cuyo primer mandamiento es la máxima evangélica del bienaventurados los que creen sin haber visto. No necesita ver las pirámides para saber que fueron construidas por alienígenas. Es hombre de fe firme, lo que ocurre es que se trata de confianza en sí mismo.
No es más inteligente pero no por ello es menos millonario.