- Y no, no tenía por qué costarle dinero al contribuyente.
- El modelo Lehman. Cierto: es más difícil de aplicar en un banco comercial…
- Pero también era más sencillo.
Siempre me ocurre lo mismo con
José Ignacio Goirigolzarri (
en la imagen), que posee el mejor arma de un banquero: el sentido de las proporciones. Sí, porque se trata de un sentido que el banquero medio puede perder ante los
grandes números.
Sus palabras están llenas de mesura. Ahora bien…
Digo que me fastidia contradecir a Goiri pero tengo que hacerlo. Su artículo con motivo del quinto aniversario de la intervención de
Bankia insiste en que pagar 100.000 euros por cliente en caso de quiebra y liquidación podría haberle costado al erario público
60.000 millones de euros.
No es verdad. Eso sería si Bankia no hubiere contado con
activo alguno para el pago. Pero claro, tenía activos que podían vender, como se hace todos los días en el mercado. Es decir,
para que no le costara nada al contribuyente.
¿Difícil? ¿Imposible en un banco comercial? Pues no. Más largo, sí, porque los clientes son más que en Lehman, pero también son clientes que sólo reclaman su dinero, no gestores institucionales que esquilan al perro flaco.
Bankia debía liquidarse y tenía que haber sido liquidada, no capitalizada. Es verdad que en el caso de
Bankia los accionistas perdieron y que
en el caso de liquidación también perderían los trabajadores: pero no perdería el contribuyente… que es el que menos culpa tiene.
¿Todo esto significa que
Goirigolzarri no haya hecho un buen trabajo? No, lo ha hecho. Pero no hace falta que justifiquen su labor.
Que los hechos lo justifiquen por sí solos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com