• Es la doble vara de medir de la justicia española. El Tribunal Supremo eleva las penas impuestas a los asaltantes del centro cultural Blanquerna por "discriminación ideológica".
  • Mientras, la Audiencia Provincia del Madrid absuelve a la concejal de Podemos, Rita Maestre, a pesar de que profanó la capilla de la Complutense, al grito de "Arderéis como en el 36". 
  • Y el Juzgado de Instrucción nº 2 de Pamplona archivó la querella contra el 'artista' Abel Azcona, que robó 242 formas consagradas. Es un gran creador
Resulta paradójico que la Administración de  Justicia española tenga dos varas de medir o que, en algunos casos, no haga honor a su nombre. O a lo mejor lo que falla es la legislación. Pero algo falla. La última muestra de esto se vio la semana pasada, cuando el Tribunal Supremo elevó a dos años y diez meses de cárcel las penas impuestas a los asaltantes del centro cultural Blanquerna durante la Diada de 2013. Les aplican un agravante por discriminación ideológica, aunque sólo gritaron ¡Catalanidad es Hispanidad! Unas penas que distan mucho de la de Rita Maestre, que profanó la capilla de la Complutense, entrando con violencia y desnuda de cintura para arriba al grito de "¡Arderéis como el 36!". La podemita portavoz del Ayuntamiento de Madrid no dimitió, aunque fue condenada a una multa 4.320 euros, y al final, la Audiencia Provincial de Madrid la absolvió y dio barra libre al sacrilegio. Y también conviene no olvidar al artista Abel Azcona, que profanó al Santísimo al usar en una exposición 242 formas consagradas robadas, y también fue absuelto. Todo ello en nombre de la libertad de expresión. Los fallos sobre Maestre y Azcona reflejan que, a veces, la Justicia no merece tal nombre. Y es que si condena a cárcel a los asaltantes del Blanquerna por discriminación ideológica, debería usar el mismo argumento en los casos de Maestre y Azcona porque los católicos también merecen un respeto y la libertad religiosa es un derecho constitucional. Cristina Martín cristina@hispanidad.com