Se empieza eutanasiando a los enfermos y se acaba negando tratamiento médico a los ancianos (¿O es al revés?). A fin de cuentas, se trata de elementos improductivos que no constituyen sino un gasto social. Es más, cuanto antes pasen al otro barrio, una nómina menos a cargo de la Seguridad Social, más ayudan al sano equilibrio de las cuentas públicas.
Fuera de la familia, empieza el Estado, que es contraprestación: tanto aportas -en términos materiales, que aquí no hablamos de amor- tanto vales, Si no aportas, no exijas. Y los niños y los ancianos aportan poco.
Lo cuenta, en ABC, un médico con autoridad en la Sanidad pública, ese concepto tan equívoco que PSOE y Podemos llaman la sanidad pública y que, al parecer, consiste en convertir a los médicos en matarifes.
Ante el colapso sanitario del mes de abril, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, el Rey de los cínicos, de quien depende, no la atención pero sí la regulación de las residencias de ancianos, llamó criminal a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso por no atender a los ancianos convenientemente. La solución del Gobierno sociopodemita acabará por adquirir tintes suizos en cuanto puedan quitarse la careta.
Por cierto Iglesias, cuando no era vicepresidente y no necesitaba controlarse para mantener el sillón, pensaba sobre los ancianos lo que realmente piensa: a ver si se mueren pronto que son más de derechas que Franco y nunca me votarán.
La sanidad pública es, como todo lo que hace referencia al Estado, un "tanto aportas tanto vales". Ni más ni menos
Por de pronto, tendremos la ley de eutanasia y eutanasia exprés y total. Como ya hemos visto en Holanda, Bélgica o Suiza, tras la eutanasia para ancianos y enfermos terminales. Previo consentimiento, llegará la eutanasia con el sólo permiso de algún familiar, luego bastará la decisión del médico, luego la eutanasia de los niños indefensos, etc, etc, etc. Y no lo duden, en su momento llegaremos a la eutanasia del disidente, que hoy en día es cualquiera que resulte políticamente incorrecto. Al tiempo.
En su día, pasamos del aborto libre al aborto forzado y ahora lo mismo: por el derecho a la eutanasia hacia la legalización del homicidio. Y si no, pues no admitimos a los ancianos en los hospitales y que se mueran. Como los suizos
El caso es que el débil es un estorbo y debe ser descartado. Muerto el perro se acabó la rabia.
En cualquier caso, contra eutanasia, cuidados paliativos.