- Probablemente, no debiera haberlo dicho desde el púlpito… pero es cierto.
- Los obispos no debieran hacer proposiciones que obliguen a preguntar: ¿Y?
- Y sí: las lágrimas de Ada Colau parecían lágrimas de cocodrilo.
- Y sí: Podemos es el comunismo.
- Y sí: los comunistas tienen patente de corso en España.
Gran polémica con expresión dolorida de bellísimas locutoras de la tele. Sin comentarios, basta una torcedura de gesto para escandalizarse. Escándalo laico, claro está (como los minutos de silencio "agnósticos", mismamente) por las palabras del
cura Santiago Martín (
en la imagen), un fascista, que diría la CUP.
Juzguen ustedes mismos.
Vamos, que a don Santiago se le han hinchado las narices y va y suelta que la centrífuga alcaldesa
Ada Colau, ahora 'lágrimas de cocodrilo', se negó a situar
bolardos o
maceteros para evitar el asesinato mediante el método islámico del atropello. Y que, por tanto, debería haber dimitido. Y también asegura que
comunistas es lo que son los de Podemos y confluencias varias.
Todo lo que dijo es cierto, incluso aquello de que estos comunistas se pasan el tiempo exigiendo
dimisiones a la derecha pero ni se lo plantean, ni nadie se lo plantea a ellos, cuando meten la pata como la ha metido Ada Colau.
En definitiva, Martín ha dicho la
verdad. No ha decido decirla en el púlpito, entre otras cosa porque lacerad en política siempre perjudica a alguien y beneficia a alguien. Incluso diré más:
la 'reprimenda' del cardenal arzobispo de Madrid,
Carlos Osoro, que exhibe como receta la tautología, dentro de esa tendencia que aprecio entre los jerarcas de la Iglesia a utilizar la tautología como argumento. Hombre, ya sé que
la Iglesia debe estar con las víctimas pero también tiene el deber de denunciar el mal, es decir, al verdugo.
Los obispos no debieran hacer proposiciones que obliguen a preguntar: ¿Y?
En ese caso, es que algo falla. Par ser más exactos, lo que caracteriza hoy a la grey cristiana es el
supremo estado de confusión en el que sobrevive. Por tanto, cuanto más se aclaren las cuestiones, mejor.
Sí, Santiago Martín
no debió hablar en ese tono desde el púlpito. Entre otras cosas, porque parecía un apoyo al PP. E incluso como editorialista de diario, antes que como predicador, erró en algunas cuestiones.
Pero todo lo que dijo era sustancialmente cierto y extraordinariamente pertinente… monseñores.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com