Esto es lo que no se aprobó y por lo que la ministro Irene Montero -lágrima viva, corazón herido- pidió perdón a los trans.

Conviene meditar el texto con el fin de alcanzar una "evidencia científica": a saber: ¿nos hemos vuelto todos idiotas o sufrimos de enajenación transitoria?

Por favor, no dejen de leer el artículo 17: padres, madres y adres, todos, todas y todes. Y lo peor no es eso. Lo peor, lo que identifica a la España de hoy: que nadie dice nada ante este continuo disparate. Bueno, casi nadie, porque las redes 'arden' en comentarios, como siempre ingeniosos.

El disparate del ridículo, también conocido como ideología de género.