- O te asomas a lo invisible o lo visible se convertirá en rutina.
- Para llegar a Dios no hace falta más que contemplar su creación.
- El problema el hombre del siglo XXI no es que tenga mala filosofía, que es que no tiene filosofía alguna.
- Vive pendiente de las sensaciones fisiológicas ordinarias. Y así no vamos a ningún sitio.
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Estas bellezas sujetas a cambio, ¿quién las ha hecho sino la suma belleza no sujeta a cambio?" (San Agustín).
El obispo norteafricano nos recordaba que para llegar a Dios no hace falta más que contemplar su creación.
Pero el problema de hoy no es ya que no recorramos el camino que va lo visible a lo invisible, tan transitado a lo largo de la historia. El problema es que ni tan siquiera nos planteamos salir de la vida mundana. Y así pasamos a
Santa Teresa de Ávila, de no menos temperamento poético, o sea, profundo,
que el obispo Agustín.
"Gran remedio para esto es traer muy continuo cuidado de la vanidad, que aquí es todo y cuan presto se acaba para quitar la afección de todo y ponerla en lo que para siempre ha de durar". Es decir,
lo invisible también está dentro de nosotros. Que es otro camino de la filosofía hacia Dios: de la materia al espíritu, de lo que vemos a lo que no vemos pero percibimos.
Y si tan sólo estamos pendientes de este mundo, de nos advierte Calderón de Barca que, aunque nos parezca tan real, este vivir "
sólo es soñar y la experiencia me enseña que el hombre que vive sueña lo que es hasta despertar".
Quizás por ello, claro está,
los muy democráticos milicianos republicanos decidieron destruir los restos mortales de don Pedro (no nos engañemos, era un poco fachas), que durante más de 300 años habían reposado en la madrileña calle de San Bernardo, en la iglesia de San Pedro Apóstol.
En cualquier caso,
el problema el hombre del siglo XXI no es que tenga mala filosofía, es que no tiene filosofía alguna. Vive pendiente de las sensaciones fisiológicas ordinarias. Y así no vamos a ningún sitio.
O te asomas a lo invisible o lo visible se convertirá en rutina.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com