El cretinismo feminista copa nueva metas. Por ejemplo, la vicepresidenta tercera del congreso, Dolors Montserrat, ha defendido a Celia Villalobos (en la imagen), en tanto que es mujer y correligionaria. Doña Dolors ha creído percibir cierto punto sexista en las críticas a Celia por estar jugando al Candy Crush mientras dirigía el Debate más relevante del año.

Doña Dolors se acoge al principio feminista de que la hembra es superior intelectualmente la varón -demostrado científicamente-, amén de superior al hombre en los ámbitos ético, estético y perifrástico. ¿Por qué? Porque sí.

La caradura feminista empieza a alcanzar cotas insuperables
Por eso, doña Dolors asegura que el feminista portento de doña Celia es muy capaz de hacer dos cosas a un tiempo, un privilegio del que, naturalmente, carecen los varones. 

Esta modalidad de cretinismo feminista recuerda aquello que se decía del presidente norteamericano, Lyndon Johnson, otro portento: que era capaz de hacer dos cosas al mismo tiempo: hablar y mascar chicle.

Naturalmente, doña Celia es la abortera del PP. La que asegura que quien esté contra el aborto, es decir, por la vida, no tiene cabida en el PP.

El problema de fondo es que el feminismo, siempre homicida, se nos ha vuelto ahora cretino. Y claro, el cóctel resulta explosivo. En cualquier caso, doña Celia es la derecha pagana del PP. Su señor esposo mucho más limitado intelectual, don Pedro Arriola, es el asesor áulico del presidente Rajoy. Probablemente, mientras le asesora, también juega al Candy Crush… razón por la que es muy probable que Podemos gane las próximas elecciones.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com