José Manuel Villarejo ha lanzado un comunicado desde la cárcel –buen lugar para la reflexión- que es un contrasentido. Por una parte, asegura que las grabaciones –o sea, el presunto delito- del caso BBVA es un montaje, incluso llega a decir que no existieron, pero, al mismo tiempo, lanza una amenaza, tan velada como explícita a otras empresas del IBEX-35, entre las que se cuentan Santander, Telefónica, Iberdrola, Planeta, Caixabank, Repsol, Mutua…
La mejor forma de neutralizar un chantaje no es que no salga nada, sino que salga todo
Para entendernos: España no puede vivir pendiente de un chantaje, sea del presunto chantaje Villarejo o del presunto chantaje Villarejo-FG.
Y algo más: la mejor forma de neutralizar un chantaje no es que no salga nada a la luz, sino que salga todo. Entre otras cosas, porque eso que llamamos la opinión pública es comprensiva con los errores y hasta con los horrores, pero no con la mentira.
La opinión pública es comprensiva con los errores y hasta con los errores, no con la mentira
Lo más importante: un país no puede vivir pendiente de un chantaje. Y hablo de la clase económica y bancaria, por también de la política. ¿O es que hemos olvidado que el gran escándalo de Villarejo, no fue económico, sino político? ¿Hemos olvidado que en una grabación de Villarejo la ministra Dolores Delgado llamó ‘maricón’ a su hoy compañero Grande-Marlaska?
Sí, ya sé que en serie de corrupción el PSOE actúa con una exquisita impunidad, pero caramba, esto parece excesivo hasta para don Pedro Sánchez.