• A Pemán le importaban las ideas que salen de los datos y los datos que salen de las ideas.
  • El poeta gaditano no era ni franquista ni monárquico: era cristiano.
  • Sólo aceptaba aquello que propendía a la Ciudad de Dios. Por eso, su interpretación de la historia es única, genial, irrepetible.
  • Ediciones San Román: en Internet, la verdad circula por canales estrechos.
  • "La historia sencilla de España" es nuestra historia tal como fue. Creo que voy a regalarle un ejemplar a Mariano Rajoy.
Al fascista redomado don José María Pemán ya le había seguido en el teatro (deliciosa la picardía de "los tres etcéteras de don Simón"), en poesía (desde "El Divino Impaciente" hasta aquí, nadie me había recordado tanto a Lope de Vega), en su música, inconfundible, clásica; le había seguido en su poesía mística, el verso más sencillo y profundo (si es sencillo es profundo), y en sus artículos periodísticos. Sin embargo, apenas le había seguido en ensayo y por eso se me había pasado la joya que ha editado Ediciones San Román, la precitada La historia de España contada con sencillez. Debería ser de lectura obligatoria en las escuelas, ahora que don José María es tan perseguido por fascista. Ha tenido que ser Ediciones San Román quien se lanzara a la aventura de editar la historia de España. Es una editorial minúscula pero en la sociedad de la información la verdad circula por canales estrechos, aunque el 99% de los tontos y el 0% de los listos sólo presten atención a los pesados trasatlánticos, siempre tan embusteros. Claro que don José María fue un franquista, pero no un fascista. Era franquista como yo lo hubiera sido si en 1936 hubiera contado 39 años: en defensa de mi fe y de emitida me hubiera apuntado al bando nacional. Seguro. Los otros me asesinaban por católico. Pero en cuanto aquello acabó Pemán luchó por la restauración monárquica en la persona de don Juan de Borbón. ¿Abdicó entonces del levantamiento militar de 1936? Por supuesto que no. La II República, aunque celebrara elecciones, se había convertido en un régimen homicida. Y si el régimen es asesino poco me importa que sea democrático. Ni a Pemán ni a un servidor. ¿Y todo esto por qué? Pues porque Pemán no era ni franquista ni monárquico: era cristiano. Podía aceptar todo mientras Cristo fuera lo primero y podría oponerse a todo aquello que supusiera negar a Cristo fuera autoritario o democrático. Dicho de otra forma: lo que no contribuye a crear la Ciudad de Dios, no merece la pena. Y todo esto quiere decir que la historia de España de José María Pemán es distinta de todas las demás. A don José María le importaban las ideas que salen de los datos y no los datos que salen de las ideas. Estos suelen ser siempre erróneos o interesados. Como mucho llegan a pensamiento débil, de este que nunca concluye. La historia sencilla de España es nuestra historia tal como fue. Creo que voy a regalarle un ejemplar a Mariano Rajoy. Eulogio López eulogio@hispanidad.com