En La Unión Europea hay peligro de extrema derecha. Sí, pero no en España.
Veamos, el esquema de centro derecha es Marine Le Pen y el francés Frente Nacional, que, por cierto, ha ganado la elecciones en Francia a Emmanuel Macron. Ahora bien, Vox no es el Fente Nacional porque Vox es católico.
Es más, como uno de mis principales objetivos en la vida consite en escandalizar al progre, añadiré algo más: el Franquismo no fue fascismo, ni tan siquiera la Falange de Primo de Rivera, heredera en parte del fascismo italiano, fue fascista.
Sánchez, elegido por los proetarras, acusa al PP y Ciudadanos de pactar con Vox
Y esto por la sencilla razón de que Franco y José Antonio eran católicos, y el cristianismo limaba las aristas del fascismo que, por cierto, era de origen ateo, como el propio Mussolini… como el propio Pedro Sánchez.
De la misma forma, el alma católica de Vox le evitar caer en el fascismo. Mientras Le Pen es agnóstica, como toda la nueva derecha francesa, Vox está plagado de católicos que le provocan similar repugnancia al fascismo como al socialismo. A fin de cuentas, proceden del mismo tronco (Mussolini era un socialista).
Y en esta tesitura, tiene un poco de gracia que Pedro Sánchez, elegido por los proetarras como presidente del Gobierno, acuse al PP y Ciudadanos de pactar con Vox, un partido de “ultraderecha”.
¡Pero qué cara más dura tiene el señor presidente!