Se llama Sabela Rodríguez y es candidata al Congreso por Podemos. Se ha hecho famosa en las redes sociales por hacerse fotos con un crucifijo robado en el Colegio Mayor Universitario Moncloa, de Madrid, regido por el Opus Dei, con el cartel ‘territorio conquistado’.
En la foto principal donde exhibe su trofeo se ve el crucifijo invertido, o sea, un signo satánico. No tengo claro si conocen el significado del gesto pero Sabela sabe que hace daño, y eso le basta. Estos podemitas son muy perspicaces y poseen un refinado talento para molestar al prójimo.
Hay muchas izquierdas, y muy distintas, en España pero todas ellas poseen un denominador común: su cristofobia
Por cierto, aunque el Colegio Mayor Moncloa asegura que robó el crucifijo de un despacho, no conozco ningún centro de la Obra que posea crucifijos de ese tamaño en despachos. Más bien parece un crucifijo de los que se usan para que sujetar el velo que cubre el sagrario. Si eso fuera así, la amiga Sabela no sólo habría cometido un robo en casa de un anfitrión, sino que, además habría profanado una capilla, lo que supone, además de hurto, un delito contra los sentimientos religiosos. Bueno, me temo que esto en cualquier caso.
Es una acción que su jefe de filas, Pablo Iglesias, calificaría como sensata.
Y ustedes se preguntarán cosas tan prosaicas como esta:
1.¿Qué hace un colegio mayor del Opus Dei organizando debates políticos?
2.¿Qué hace invitando a podemitas, sobre todo con el precedente que marcara Rita Maestre -ya no en Podemos- y su asalto enseñatetas en la capilla de la Complutense?
A lo mejor aprende para el futuro que no es conveniente, ni tan siquiera por quedar bien, acariciar a la serpiente. No lo agradece y acaba mordiéndote.
Después de esto, la Obra a lo mejor comprende que no se debe acariciar a la serpiente: siempre acaba mordiéndote
Al parecer, Podemos ha perdido disculpas y asegurado que la propia Sabela acudiría al Colegio Mayor Moncloa para devolver el crucifijo y pedir disculpas. Al final han dicho que casi no, y que les devolverán lo robado por correo urgente.
Hay muchas izquierdas, y muy distintas, en España pero todas ellas poseen un denominador común: su cristofobia. Algo que no ocurre en otros países.
Después de esto, la Obra a lo mejor comprende que no se debe acariciar a la serpiente: siempre acaba mordiéndote.