Europa debe abrir los ojos. En esto puede ser de ayuda lo que está pasando en Reino Unido, donde se han despertado y han aumentado las manifestaciones, tras el asesinato de tres niñas a puñaladas por parte de un menor de origen ruandés de 17 años. Eso sí, la propaganda oficial prefiere hablar de “odio de extrema derecha” y no de hartazgo y preocupación de una población que ve indefensa cómo aumenta la inseguridad y cómo las autoridades ponen más interés y más medios en perseguirles a ellos que a los delincuentes.

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El mundo no sólo debería recordar el asesinato de estas tres niñas inocentes (Elsie Dot Stancombe, Bebe King y Alice Dasilva Aguiar, de siete, seis y nueve años, respectivamente) sino también el de Terence Carney, de 70 años, a puñaladas el 15 de octubre de 2023, entre otros. En este vídeo se puede ver la condena a cadena perpetua que recibió un refugiado y solicitante de asilo marroquí y musulmán de 45 años por asesinar a Carney y por intentar matar a su compañero de piso, Javed Nouri, por haberse convertido al cristianismo.

Al mismo tiempo, conviene tener en cuenta el testimonio de un británico, que afirma: “Dejamos venir a tanta gente en nuestro país que nos odia… Estamos bajo ataque en este momento y no podemos hablar de ello… Quiero decir: ¿Qué clase de democracia es esta?”.