Como es mujer, encima feminista, nadie ha pedido la dimisión inmediata de María Luisa Segoviano, nueva magistrada del Tribunal Constitucional (TC), tras asegurar, nada mas ser nombrada, que el derecho a la autodeterminación es algo que "hay que estudiar".
Estudiar significa que no rechaza, de entrada, tan anticonstitucional derecho. Y lo dice un miembro del Tribunal de Garantías constitucionales, es decir, alguien que en su momento tendría que decidir, precisamente, si la autodeterminación de Cataluña o de Euskadi es planteable. Mismamente, mediante un referéndum de autodeterminación.
¿Por qué ni una sola constitución europea, bueno, salvo la antigua de la Unión Soviética, reconoce el "derecho al autodeterminación"? Pues, de entrada, porque no se sabe quién en justicia, debe votar en un referéndum separatista sobre Cataluña: ¿Los catalanes, porque son los que se separarían o el conjunto de los españolas a los que, de triunfar, se les arrebataría Cataluña, una parte de su territorio? A lo mejor el resultado es distinto.
Ahora recuerden la insistencia del PSOE, un partido de tópicos propagandísticos, acusando al PP de rebeldía constitucional por no aceptar los nombres de Moncloa para formar el CGPJ o el TC. ¿Era para esto? Para que Segoviano, nombrada por los propios vocales conservadores del CGPJ para desbloquear el TC, hable nada más entrar por la puerta del derecho a la autodeterminación. Pues hombre...
El Sanchismo es una gran mentira. Sólo eso.