Hice un gran esfuerzo, yo diría que titánico, y me senté ante el televisor para ver el festival de Eurovisión, tras varias décadas de ausencia. Descubrí, por de pronto, que ya no es un festival de la canción sino de la mostración. Y una de las que más mostró fue España, que parecía un concurso de nalgas. Y aquello representaba a España. Como para nacionalizarse congoleño.
El emperador continúa desnudo: la TV de Sanchez ha dedicado todo el esfuerzo económico a un festival donde ya no se canta sino que se exhiben tesis de rapero y panderos de señoras
A destacar, lo que Europa en general y España en particular, se gastan en esta mamarrachada.
Y ya puestos, ¿qué cuenta la canción SloMo, buen título para representar a España, el país del segundo idioma del mundo? Pues un casi rap y una casi melodía, que yo no la tildan de sexista -tal y como recoge este análisis del diario ABC- sino como un ininteligible balbuceo, en el que la escasa parte inteligible de la letra resulta idiota.
Pero hemos obtenido el tercer puesto en un festival de majaderos mitad porno, mitad hortera. Y a eso Pedro Sánchez lo calificaría como "histórico".
Esto es Eurovisión, viva imagen de la degeneración de Europa... proceso en el que España ha obtenido nada menos que un tercer puesto. ¡Qué bien, Maribel! El emperador continúa desfilando desnudo.