Ese Gobierno es un caos. Aún no sabemos qué impuestos se van a aprobar mañana jueves o si no se va aprobar ninguno, sí, sabemos que serán todos al alza, ninguno a la baja. O al menos para entonces estaba previsto. No sabemos si habrá impuestazo energético, impuestazo a la banca, si va a cambiar el régimen fiscal de las SOCIMI, de las mutualidades, del diesel: no sabemos nada de nada.

Pero el historial del actual gobierno no predice nada nuevo: en seis años y medio de mandato ha subido 80 impuestos más y ahora prepara otros cuarenta. El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ya advierte que, sencillamente, no hay margen para subir impuestos. Bueno, margen siempre hay: lo que quieren que decir es que la subida de impuestos asfixia a la economía española.

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Este gobierno es confiscatorio pero, aún peor, es un caos. ¿Por qué? Pues porque lo único que importa es que Sánchez se mantenga en el sillón de mando el mayor tiempo posible. Eso implica contentar a partidos políticos de ideología e intereses contrapuestos.

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