Antes de nada, repasar las cifras que ha proporcionado el Instituto Nacional de Estadística sobre el Producto Interior Bruto (PIB) correspondiente al segundo trimestre del año. Las cifras mayores están claras y demuestran, una vez más, el 'fraude Calviño': la responsable de la política económica española interpreta los datos de forma muy original. Según ella, la recuperación de la economía española es "robusta", pero lo cierto es que ella misma retrasa la culminación de esa recuperación un trimestre tras otro. Primero, nos dijo que la salida del túnel era para el cuarto trimestre de 2020. Luego, nos dijo que para el primer trimestre de 2021, que resultó el chasco más duro de todos. Pero, para el segundo trimestre del año, el crecimiento de la economía española iba a ser espectacular. Pues, no lo ha sido.
Al mismo tiempo, Calviño insiste en los mismos argumentos podemitas de Yolanda Díaz: estamos saliendo de la crisis sin dejar a nadie atrás.
Pues, mire usted señora, las cifras de hoy ratifican que, ni estamos saliendo de la crisis ni, además, no estamos dejando a nadie atrás -que sí lo estamos dejando- gracias a las subvenciones públicas... que han disparado la deuda hasta niveles nunca conocidos. Deuda que tendremos que pagar, por ahora nosotros, después, nuestros hijos.
Nadia Calviño no es culpable de la crisis provocada por la pandemia. Sí lo es por haber utilizado las expectativas de los fondos europeos para comprar voto cautivo y no para reindustrializar España. Y así, su gestión sólo puede calificarse como un desastre. Desastre que sólo la osadía propagandística del Sanchismo puede hacer pasar por un éxito.