Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, es un tipo inteligente, un poco interesado y un mucho sectario. Ante la chapuza de la Ley de Libertad Sexual o Sólo el sí es sí, obra de los indocumentados de Podemos, la fiscalía se ha apresurado a salir en defensa de doña Irene Montero. Su conclusión es lapidaria: la culpa de que aumenten las violaciones en España la tiene la pornografía. No lo duden, don Álvaro es un tipo inteligentísimo, un portento.
Ahora volvemos a la Fiscalía, antes vamos con lo del lunes. Podemos (Montero) presenta ahora enmiendas a su propia ley del Sólo el sí es sí (¿pero no era una maravilla?). Ahora bien, si, como manifiesta Victoria Rosell, la violencia y la intimidación son agravantes de una agresión sexual, ¿por qué no lo dejó usted claro antes, en la propia de la redacción de la norma aprobada en el Congreso? ¿Por qué hay que reformarla neonata? ¿Acaso la violencia y la intimidación no tienen nada que ver con el consentimiento? ¿Acaso no destruye el violador el consentimiento de la violada con engaño o con violencia? Si no es así, no hay violación, sólo sexo.
Y entonces, ¿por que separar la violencia del consentimiento, como ha hecho Irene Montero? No me extraña que muchos españoles no entiendan la polémica entre PSOE y Podemos: es que no se entiende, no por su complejidad, sino por su mentecatez. Victoria Rosell, la jueza del Observatorio contra la violencia de género, insiste en la misma chuminá: la violencia y la intimidación pueden aumentar la gravedad de los hechos pero lo importante es el consentimiento, ¡Pero si estamos hablando de lo mismo! Además, ¿acaso ha habido, en algún país, alguna ley que no considere el consentimiento como la clave para distinguir entre sexo consentido y agresión sexual?
Volvemos a los fiscales de don Álvaro García Ortiz que hablan de la que la pornografía es la culpable del aumento de violaciones en España. Insisto: totalmente de acuerdo con la obviedad… históricamente negada por el progresismo, que predicaba la mayor libertad sexual, ¡oh sí!
Esto del consentimiento no deja de ser una chorrada. Primero, porque nadie, ninguna ley, en ningún país, ha negado jamás el consentimiento del varón y de la mujer como requisito previo para mantener relaciones sexuales. Lo otro es violación. El problema es que, como la fautora de la norma es un tanto plana de mente, metió la pata hasta las corvas con el Sólo el si es sí y como resulta que la chica es un poquito soberbia y no quiere reconocerlo, pues el PSOE se ha visto obligado a rectificar por ella, no vaya a ser que se hunda electoralmente.
Y lo de García Ortíz, identificando a la pornografía con el aumento de violaciones resulta otra obviedad… por cierto, obviedad históricamente negada por el progresismo, una de cuyas nota distintivas es la del sexo sin concepción antes de la concepción sin sexo.
Por tanto, no estamos ante una cuestión nuclear, como pretende Podemos: sólo estamos ante un ministra orgullosa, bastante incapaz, que se niega a rectificar su error.
Y lo otro de García Ortíz, es más grave porque, si es cierto -y lo es- que la pornografía lleva a la violación, entonces tendrá usted que perseguir la pornografía… que es lo que no está haciendo. Eso es propio de reaccionarios y machistas.