Benjamín Netanyahu visita Estados Unidos. En esas, se ve con la vicepresidenta Kamala Harris, ahora candidata demócrata para las elecciones presidenciales de noviembre. Y es ahí donde salta la hipocresía de doña Kamala Harris que bate todos sus récords de artificio: "no me quedaré callada…" tengo una guerra que ha matado a casi 40.000 palestinos.

Pues es usted un poquito hipócrita, doña Kamala, porque hasta ahora, en calidad de vicepresidenta de los Estados Unidos, ha apoyado usted la política de Washington, consistente en disparar la venta de armas a Israel para eliminar a Hamás. Lo que ocurre es que ahora se presenta usted las elecciones y buena parte de los votantes del Partido Demócrata son víctimas de su propia demagogia: apoyamos a Israel pero también a los palestinos. 

Y sus malos modos con Netanyahu no son firmeza: son, simplemente, muy mala educación.