Estos chicos de Podemos ni son comunistas, ni son feministas, ni son animalistas, ni son tontos (no, tampoco esto último, a pesar de las apariencias...): son unos jetas de libro, unos caraduras inconmensurables, unos rostro-pétreos a la cabeza del pelotón.
Porque claro cuando la superjetas de Ione Belarra, ministra de Asuntos Sociales del Gobierno Sánchez, llama a la "movilización" contra la decisión del susodicho gobierno Sánchez de enviarle más armas a Zelensky... pues qué quieres que te diga.
Pero sus compas de gobiernos, los socialistas, no le van a la zaga: así, mientras en Bruselas votan en contra (primero a favor, peor luego rectificaron) de los homenajes a etarras salidos de la cárcel (ongi Etorri) en Madrid votaban lo contrario: que no se prohiban los ongi etorri por cuanto suponen una humillación para las víctimas, que ven cómo se aplaude a los asesinos de sus padres, hermanos, esposos o hijos. Vamos que eso de asesinar y luego humillar, pues como que resulta difícil de tragar.
Ahora bien, no debemos exagerar, no señor. Tanto socialistas como podemitas, tanto Juana como Pedro, no hacen otra cosa que practicar el pluralismo interno. Ya saben: decir -y pensar- blanco y negro, todo al mismo tiempo, con argumentos, igualmente definitivos, tanto para el blanco como para el negro y con un único dogma -son poco dogmáticos-, el único que no admite discusión para todo buen progresista: no levantarse del sillón de mando, y cargo, ni con agua caliente.
Como se sabe, el pluralismo interno ha sido conocido en el pasado con el nombre de esquizofrenia. Estoy contra Putin y a favor del pueblo ucraniano, pero como soy pacifista no se puede proporcionarles armas -no digamos tropas- a los ucranianos, quienes, en pro de mi pacifismo insoslayable, quedan condenados a jugar el papel de carne de cañón. Y lo soluciono asegurando que todo es fascismo.
Los socialistas igual: me opongo a que los etarras y proetarras sigan ensañándose con las víctimas homenajeando a los asesinos etarras (viernes 22) pero, al mismo tiempo (miércoles 14), sigo alabando a Bildu porque necesito sus votos para mantenerme en el poder.
Hay que distinguir entre pluralismo externo: muchas voces defendiendo cada una sus convicciones en las instituciones y en la sociedad y el pluralismo interno: la esquizofrenia, que suele ser paranoica, y que consiste en una voz diciendo y haciendo una cosa y su contraria. Mismamente, como doña Ione Belarra y don Pedro Sánchez.