Lo de la explotación sexual de menores tutelados en Mallorca es uno de los episodios más oscuros de la historia del tutelaje público, pero como ha sucedido en Mallorca, donde gobierna la socialista Francina Armengol, con Podemos y Més, aquí no pasa nada.
Ni siquiera la aparición de un nuevo caso, desvelado por el ABC el miércoles 1, ha servido para que los socialistas tomen cartas en el asunto. Sí, es cierto que aprobaron una comisión política en enero de 2021, pero en ella se blindó a Armengol, al renunciar a investigar qué ocurrió en el Consell en el periodo 2007-2011, cuando fue presidido por Francina.
Ni siquiera las peticiones del Parlamento Europeo -marzo de 2021- propiciaron una investigación seria. Oiga, que estamos hablando de abusos sexuales a menores tutelados, es decir, bajo la tutela -responsabilidad- del Gobierno mallorquín. Da lo mismo: la izquierda ni se inmuta. Ni la balear ni la que reside en el Palacio de La Moncloa.
PP y Vox han solicitado este jueves una nueva comisión de investigación en el Consell de Mallorca, pero ha vuelto a ser rechazada.
De la corrupción silenciada a los abusos de menores no investigados. Y también silenciados, porque los medios de comunicación afines no han movido un dedo para informar acerca de esta atrocidad. ¿Se imaginan que, en lugar de Mallorca, hubiese sucedido en un centro de la Comunidad de Madrid? No se hablaría de otra cosa.