Miércoles 11 de abril, alrededor de las 11 de la mañana. Estación de Atocha, un tren con procedencia Parla y destino Nuevos Ministerios se detiene en la madrileña estación sin previo aviso. No se escucha ningún mensaje por megafonía y, tras apagarse las luces del vagón, los pasajeros no tienen ni idea de lo que está pasando. Cero información.

Cuando se percatan de que el tren no va a reiniciar la marcha, confusos se bajan del vagón para 'buscarse la vida' y llegar a Nuevos Ministerios. Porque, nadie les informa sobre a qué otro tren deben subirse o en qué anden. Se vé que algunos ya son veteranos y se mueven por inercia de una a otra plataforma, como si fuera algo habitual para ellos. Otros, la mayoría, transitan por los andenes, como se dice vulgarmente 'como pollos sin cabeza'. Es entonces cuando, esporádicamente, aparece un vigilante de segurida que hace las veces de guía para los desorientados viajeros.

A ver si va a tener razón Ayuso y el Gobierno Sánchez está utilizando a los pasajeros de cercanías para chantajear al Gobierno de Madrid. Por el momento, los que sí están sufriendo las habituales incidencias de las Cercanías de Renfe son los de siempre, los ciudadanos que necesitan utilizar cada día el tan promocionado -y poco asistido- transporte público.