"Los menas vienen a aportar su talento para hacer brillar esta sociedad, van a ser un motor": lo ha dicho Silvia Intxaurrondo, una de las periodistas de cámara de Pedro Sánchez. Y esto es bello e instructivo porque doña Silvia pronuncia estas palabras en un momento en el que está de plena actualidad el reparto de los menores extranjeros no acompañados en España. Al parecer, pocas regiones están dispuestas a aceptar tanto talento.
«A mí me preocupa que hayamos perdido definitivamente la humanidad. Son chavales que vienen solos en un cayuco, arriesgando su vida, algunos se la dejan en el mar. Pero, otros, miren, consiguen llegar en unas condiciones terribles. Sin sus padres, sin su familia, son menores, son niños, son adolescentes, tienen menos de 18 años. Vienen a buscar un futuro mejor, ¿dónde está la humanidad? ¿No se la va a dar nadie? Porque todo esto se puede ver como una gran oportunidad», ha destacado Intxaurrondo en la sección del debate de su espacio, añadiendo que «son gente que vienen aportando su talento para hacer brillar a nuestra sociedad, y van a ser una fuerza de trabajo, son un motor de esta sociedad. ¿Por qué no se aborda así?».
Durante su intervención, ha destacado que «donde tiene que estar la discusión es en cómo les incorporamos a los planes, qué edad tienen. Necesitan una traducción, una formación lingüística antes de empezar en la escuela. "¿Por qué el debate no es ése, en vez de: ‘Tengo aquí un montón de chavales y quiero repartirlos’?"
¿Por qué no prueba a plantearle las mismas preguntas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien no ayuda a los inmigrantes? Simplemente dice que controlar la migración es xenofobia o relacionarla con la delincuencia creciente es propio de ultra. Y se queda tan ancho.