Jerome Powell y Christine Lagarde han subido los tipos para controlar la inflación. Algo que tenían que haber hecho desde hace tiempo porque lo anormal es que el dinero no valga nada. Si el instrumento de cambio por antonomasia no vale nada nos acabamos ahogando en un océano de liquidez, para que todos los elementos de la producción pierdan su valor porque, para comprar, lo único que necesitamos es fabricar más dinero, y para que, ojo al dato, políticos irresponsables gobiernen Occidente a costa de emitir deuda a bajo precio que venden a ese ente de ficción que son los bancos centrales, fabricantes de dinero sin coste ni límite.
Ahora bien, tanto Powell como Lagarde, aún más la europea que el americano, aseguran que suben los tipos para bajar los precios, como único objetivo. Pues por ahí van mal. Se han olvidado, nos hemos olvidado, de la más antigua de las leyes económicas, popularizada, que no creada por un tal Adam Smith, en "La riqueza de las naciones": la ley de la oferta y la demanda. Pretender doblegar la inflación que nos asola reduciendo el dinero en circulación y paralizando las hipotecas no funcionará. Lo primero es bueno, lo segundo malo, pero, en cualquier caso caso, la subida de tipos y el drenaje de liquidez ya debería haber tenido éxito en la bajada de precios y apenas han conseguido que esos precios aumenten un poco menos que hace un año.
¿La inflación sube por los salarios o por los impuestos adosados a los salarios? ¿No será que los precios suben porque el siglo XXI produce poco?
Otrosí: ¿la inflación sube por los salarios o por los impuestos adosados a los salarios? ¿No será que los precios suben porque producimos poco? Oiga, a lo mejor sirven de poco los esfuerzos de la Reserva federal y del BCE para domeñar los precios porque a lo mejor lo que tenemos que hacer es producir más, aumentar la oferta en lugar de disminuir la demanda.
El problema de fondo en Europa es que vivimos en una economía subvencionada y en una sociedad de prejubilados, sometidos, además, a unos dogmas verdes que nos están llevado a abandonar la industria.Y claro, cada día producimos menos y los precios suben más.
Sí, había que subir el precio del dinero, pero por sí sola esa medida no tendrá éxito para regresar a la época no inflacionaria. Lo que hay que hacer es reducir el tamaño del Estado, acabar con el Estado del Bienestar y aumentar la industria privada, la que produce cosas, contamine o no, que de humedades nos preocuparemos luego.
Y así, cuando aumentemos la oferta, bajarán los precios. En plata: más trabajar y menos subvencionar. Entre otras cosas porque se produce con dinero propio, se subvenciona con el dinero de los demás: es el político el que otorga subvenciones para logra un voto cautivo a costa de nuestros impuestos, según el doma progre de la solidaridad forzada.
Lo que hay que hacer es reducir el tamaño del Estado, acabar con el Estado del Bienestar y aumentar la industria privada, la que produce cosas, contamine o no, que de humedades nos preocuparemos luego
Por cierto, ¿la inflación sube por los salarios o por los impuestos adosados a los salarios? Lo digo porque escucho a muchos bancos centrales, también al Banco de España, alertar contra las subidas salariales. ¿De qué subidas salariales hablamos, de los salarios bajos líquidos o de las cuotas sociales que acompañan a la subida de salarios? Porque si sube el salario mínimo hay que aplaudir pero si se suben, al mismo tiempo, como ha hecho el Gobierno socio-podemita, las cuotas sociales y los costes laborales se disparan, y están disparados... entonces hemos hecho un pan como unas tortas.
En cualquier caso, más trabajar y menos subvencionar... y el que no trabaje, que no coma.