Ocurrió en un restaurante de Madrid. Una familia se reunía en una comida, uno de los niños de unos 9 años que se sentaba a la mesa pidió permiso a su madre para ir al aseo, su madre se lo concedió, preguntándole primero si podía ir solo, a lo que el pequeño asintió.
Una de las primas, de unos 6 años, de este niño gritó: "Cuidado Diego, no te vayas a equivocar y entres en el baño de las chicas".
Este comentario desató las risas entre el resto de comensales presentes en el comedor del restaurante. Pero tuvo que intervenir la madre de la niña que, previsiblemente idiotizada y convencida de todo lo que dice la ministra de Igualdad Irene Montero, empezó a soltar una retahíla de tópicos sacados de los discursos de la ministra: "Qué tontería hija, qué más dará, ya ves tú, Diego puede ir al baño que quiera, porque ya me dirás qué diferencia hay entre chicos y chicas, no hay diferencia, podemos ir a cualquiera de los baños, porque ¿qué diferencia hay?".
La sala enmudeció, pero la niña, como buena niña inocente que es, tenía respuesta para su madre, que fue la que terminó callada: "El pene, mamá".
Irene está consiguiendo idiotizar a la población, incluso hasta en las cosas más obvias, que hasta un niño sabe diferenciar: lo que nos hace distintos a hombres y mujeres. Como dirían los niños en la película de 'Poli de Guardería': "Los niños tienen pene y las niñas vagina", "gracias por recordármelo", respondía Arnold Schwarzenegger.