Desde que Irene se fue de 'erasmus' a Bruselas con su 'chupipandi', para ejercer de eurodiputada todo había ido, digamos, como miel sobre hojuelas. Pero, hoy, la podemita ha tenido que quitarse su pañuelo palestino, antes de intervenir en la Eurocámara, experimentando una 'pataleta' que ha manifestado comenzando así su intervención: «Dicen que las normas obligan a quitarnos el pañuelo palestino. Las normas también prohíben los genocidios y aquí está Europa apoyando uno».

Le ha faltado añadir, como dicen los más pequeños, eso de "y ahora, me enfado y no respiro".