Por cada acto que Pedro Sánchez organice contra Franco para tapar sus vergüenzas, en lugar de conseguir su objetivo, cada uno de estos festejos va a resaltar con mayor claridad la mezquina personalidad del presidente del Gobierno, que pasará a la historia como un mentiroso, que pisotea la verdad y manipula el pasado, con el único objetivo de mantenerse en el poder.

El presidente del Gobierno, promotor del enfrentamiento entre españoles, no se ha enterado del rotundo fracaso del marxismo por proponer el odio como el motor de la Historia, que eso lo que significa la lucha de clases o en su versión actual, la lucha de sexos. Pedro Sánchez tiene tan mal concepto del género humano, a excepción naturalmente de él mismo, que no concibe que el hombre sea sociable por naturaleza, porque está convencido de que el hombre es un lobo para el hombre, y por eso él se ha creído en la obligación de erigirse en Leviatán, para poner paz en la lobera.

Y Pedro Sánchez que aspira a hacer suyo el lema que figura en la portada de la primera de edición del famosa ensayo de Tomas Hobbes (1588-1679), publicado en 1651: Non est potestas super terram quae comparetur (No hay poder en la tierra que se le puede comparar), nos avisa y alarma con una dictadura de la extrema derecha que, según él, nos aplastará si Pedro Sánchez abandona el palacio de la Moncloa. 

Detalle de la portada del libro de Tomas Hobbes, en el que aparece Leviatán empuñando una espada y un báculo, para señalar que el poder civil y religioso le están sometidos. Nótese que el cuerpo de Leviatán lo forman las figuras de hombrecillos, para indicar que los hombres han renunciado a sus derechos, entregándoselos a Leviatán con el fin de  que él les indique lo que se debe hacer

Cuando yo era joven, había acomodadores en los cines, que además de colocar a cada uno en su butaca, ejercían de autoridad moral con sus linternas; y sucedió en un cine de mi barrio de Vallecas que, cuando se apagaron las luces, un chavalote inició los ejercicios de aproximación hacia su chica. Y en cuanto se produjo el contacto se escuchó un tremendo bofetón en toda la sala, que le hizo reaccionar al espabilado chavalote, pues empalmando con la resonancia del bofetón se escuchó este grito en la sala: “Por puta”. Y de inmediato llegó el acomodador y echó a la chica del cine. Pues eso es lo que hace Pedro Sánchez, trata de meter mano donde no debe y si no te dejas, encarga a “sus acomodadores” que te echen del cine, que para eso les paga con nuestros impuestos, y así él se puede quedar relajado viendo la película en el palacio de la Moncloa por años sin término...

Tampoco se han enterado de la incapacidad de cohesión social que tiene el odio ni el presidente del Gobierno ni toda esa constelación de partidarios ciegos y bien pagados, que le secundan y aplauden. Y me temo que, con todos esos actos contra Franco, a la vista de tan grosera y torpe manipulación, a no pocos se les van a abrir los ojos y se van a acabar enterando de la verdadera historia del PSOE, cuyo sectarismo antirreligioso convirtió a este partido político en el verdugo de la mayor persecución religiosa de toda la historia de la Iglesia.

Y así como la mejor manera de acabar con el mal es ahogarlo en abundancia de bien, vamos a emplear esta fórmula para borrar la manipulación de la historia con la narración “abundante” y serena de lo que cuentan los documentos. Y para ello nada mejor que ir repasando las biografías de los mártires que derramaron su sangre en defensa de la fe, durante la persecución religiosa que llevaron a cabo los socialistas, los comunistas y los anarquistas, alentados por los masones, durante la Segunda República y la Guerra Civil. 

Ha llegado a mis manos el tercer tomo de la biografía del beato José Polo Benito, un monumento de investigación histórica que ha llevado a cabo el gran experto en ese período, el sacerdote e historiador Jorge López Teulón. Los tres tomos suman un total de 1.010 páginas. El autor además de consultar varios archivos, numerosos periódicos y revistas ha tenido acceso al archivo familiar de José Polo Benito, lo que le da una riqueza fantástica a la narración histórica de estos tres libros. Y les cuento mi primera impresión. Al ojear estos tres tomos, en un inicial repaso visual uno se queda impresionado por la cantidad y la calidad histórica de las fotos que contiene, haciendo bueno el dicho de que una imagen -una buena imagen, claro está- vale más que mil palabras. Cada foto ofrece rasgos de la sociedad en la que vivió José Polo Benito, de todos los estamentos de esa sociedad, porque José Polo Benito vivó con los brazos abiertos a todos sin excepción, desde el rey Alfonso XIII (1886-1931) hasta el más pobre aldeano de Las Hurdes. 

Portada del Tomo III de la biografía del beato José Polo Benito, escrita por Jorge López Teulón. El Tomo I está dedicado a los años de Salamanca y Plasencia, y el Tomo II a sus actividades. Los tres tomos se pueden descargar gratuimente pinchando en los enlaces de este pie de foto 

Y, queridos lectores, les voy a contar un detalle, que para mí sí que tiene importancia. Repasando las fotos de estos tres libros, el beato José Polo Benito aparece en muy distintas situaciones; por su supuesto, en compañía de altas autoridades civiles y eclesiásticas, recorriendo Las Hurdes montado a horcajadas en una mula, descansando en la orilla de un río, arropado por un grupo de feligreses, en la cubierta de un barco durante una peregrinación camino de Tierra Santa, en un despacho escribiendo un artículo para el ABC, periódico del que era colaborador… Pues bien, en todas esas fotos siempre aparece vestido con sotana.

Y, en relación con esto, les cuento un sucedido familiar. Cuando en cierta ocasión mi nietellica Victorita de tres años lloraba muy apenada, su padre para consolarla le preguntó:

-¿Por qué lloras?
-Porque me ha regañado mamá.
-Pero no pasa nada -terció su padre, para su consuelo, a lo que la niña respondió como una escopeta
-¡Claro que pasa…!

En consecuencia ¿No pasa nada porque los sacerdotes vistan como se les ocurra, sin distintivo alguno de que lo son…? ¡Claro que pasa…!

El beato José Polo Benito aparece en muy distintas situaciones; por su supuesto, en compañía de altas autoridades civiles y eclesiásticas siempre vestido con sotana

El beato José Polo Benito nació en Salamanca el 27 de enero de 1879, y murió mártir en la Ciudad Imperial de Toledo el 23 de agosto de 1936, formando parte del grupo de 80 personas que fueron asesinadas en la noche de ese día, junto a la puerta del Cambrón.

Tras la lectura de estos tres libros, puedo asegurar que el beato José Polo Benito es una de las figuras sacerdotales más importantes del siglo XX. Le sobraban los méritos para haber ocupado cualquiera de los cargos más altos de la Iglesia. Sin embargo, su nombramiento más distinguido fue el de deán de las catedrales de Plasencia y Toledo. 

Antes de ordenarse sacerdote en 1904 ya había obtenido el doctorado en Sagrada Teología y Derecho Canónico. Una vez ordenado sacerdote, ocupó una cátedra de la Universidad Pontifica de Salamanca. Y en 1911 fue enviado a la diócesis de Plasencia, donde realizó una impresionante labor sacerdotal, con especial atención a los más desfavorecidos.

Antes de ordenarse, incluso, ya era redactor jefe de la revista mensual ilustrada Las Hurdes, en cuyo número 8 del mes septiembre de 1904 publicó una carta dirigida al rey Alfonso XIII, en la que le contaba con toda claridad y valentía la situación de esa comarca. Transcribo algunos de los párrafos de dicha carta:

“Las Hurdes, Señor, pedazo de suelo patrio que es una mancha en el mapa civilizado de España, no han conocido en las alturas del siglo XX las ventajas del vivir civilizado […]

A Vos queda encomendada la noble empresa de dar vida a 6.000 hombres condenados a morir de hambre, hambre lenta y continua que no mata ni en una semana, ni en un mes, ni en un año, pero que va poco a poco debilitando el organismo hasta producir terrible y aplastadora anemia.

Los hurdanos, Señor, piden escuelas. Esa plaga fatídica del analfabetismo que roba brazos e inteligencias a los Estados, háse domiciliado en la región hurdana, en la que apenas hay entendimiento abierto a la luz de las más elementales nociones, ni existe mano que para otra cosa se abra que para manejar el áspero azadón.

Los hurdanos piden médicos, el 98%, mueren sin asistencia facultativa y arrojados en malsanas pocilgas, sin luz, sin ventilación y sin higiene, que estas son para ellos elegancias desconocidas, padecen muerte de irracionales los que vivieron vida inconsciente de hondas amarguras y perpetua miseria”.

Primera página del reportaje que La Ilustración española y americana dedicó al I Congreso Hurdánofilo, en el que figura la foto de José Polo Benito, como organizador de dicho congreso.

Cuando nadie se interesaba por Las Hurdes, el beato José Polo Benito fue el organizador del I Congreso Nacional Hurdanófilo y tuvo tal repercusión, que la revista de mayor difusión de entonces, como era La Ilustración española y americana, le dedicó un extenso reportaje de cuatro páginas con fotografías en el número XXIV de su año LII, con fecha de 30 de junio de 1908. Y sin duda que todas estas acciones de José Polo Benito fueron decisivas para que el rey Alfonso XIII hiciera su famoso viaje a Las Hurdes en el año de 1922.

Al comenzar el año 1923, José Polo Benito se trasladó de Plasencia a Toledo. El 23 de enero ese año tomó posesión como deán de la catedral de Toledo e iniciaba en la Ciudad Imperial el último tramo de su vida, sin duda el más brillante, descrito en el tomo tercero de la biografía de López Teulón.

Esta última etapa de su vida, la remató José Polo Benito con una larga revolera, pues el martirio es el mejor adorno de la faena vital de un cristiano para abrir la puerta grande y entrar directamente al cielo. Este suceso ya lo he contado en otro artículo de Hispanidad y a él me remito. Y aviso que el gesto de dolor que quedó marcado en su rosto incorrupto por el sufrimiento, que sus asesinos propinaron a José Polo Benito no es apto para miradas sensibles. Ustedes verán si se atreven a pinchar en este enlace para verlo. 

Relacionado

Javier Paredes
Catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá