Me encanta la Argentina que están forjando los peronistas Alberto Fernández y Cristina Fernández. Se ha convertido en un laboratorio acelerado de todas las chifladuras progresistas del mundo, aplicada de forma acelerada en Argentina, que, con los Fernández y Fernández, intenta superar, y lo está consiguiendo, a la progresía de la Madre Patria, es decir, al Sanchismo, que, en materia de chifladura, se llevaba hasta ahora la medalla de oro.
Lean el espléndido resumen de la agencia argentina Notivida sobre la nueva Ley del Sida (VER DOCUMENTO ADJUNTO). Con esta ley se amplían derechos, ha dicho uno de sus partidarios. Ya lo que creo que sí. Tan sólo reparen en esto:
1.El sidoso podrá jubilarse a los 50 años con tan sólo 20 de cotización. Pero ojo, aunque hubiera cotizado menos igualmente tendrá derecho a una pensión no contributiva de carácter especial.
2.Ojo, no se le podrá echar del trabajo bajo ningún concepto al tiempo que se prohibe cualquier tipo de prueba médica para contratar. Los no sidosos sí tienen que pasarla por razones generales que, en efecto, dependiendo de su enfermedad, pueden resultar, los sidosos no. Y si en una prueba habitual se descubre que son positivos, hay que mirar hacia otro lado. Por cierto, ¿cómo se hace eso?
3.Además, se creará un Observatorio Nacional por Estigma y Discriminación por VIH para evitar cualquier tipo de marginación o ninguneo del sidoso. Vamos, que no sólo se defienden derechos -que podrían no serlo- sino que se imponen deberes a quienes no se deberían imponerlos.
Laboratorios Fernández y Fernández, a la cabeza del progresismo mundial. Desde Argentina, para todos ustedes.