Durante la aprobación de la ampliación de penas del 'Sólo el sí es sí', es decir cuando el PSOE contradijo a Podemos, Sánchez se nos fue a Doñana, como esos futbolistas que no celebran el gol que le endosan a su antiguo equipo. Pero cuando se ha aprobado la ley de vivienda, de la que también se vanagloria Podemos, entonces sí: don Pedro aparece ante las cámaras en el patio del Congreso, para felicitarse de la concesión de un derecho a los ciudadanos, un derecho concedido por él, naturalmente, frente a la pérfida derecha, para quien la vivienda es un privilegio.
Pedro Sánchez lo vende como un derecho pero lo cierto es que la Ley de Vivienda es dos cosas: más envidia y más reparto de la miseria, las dos notas del Sanchismo. La llamada okupación no es otra cosa que la envidia de quien no tiene piso hacia quien lo tiene: ¿Por qué tú vas a tener un vivienda y yo no? O sea, socialismo en estado puro.
Urge que nos olvidemos de la política de los derechos y volvamos a la política de las libertades
Fomento de la envidia... y reparto de la miseria. Vamos a ponérselo difícil a los propietarios, que rebajen el alquiler... ¿y no resultaría más práctico construir más viviendas de promoción pública (y construcción privada) para que más españoles posean vivienda en propiedad aunque haya que realizar un gran esfuerzo? No limite el precio del alquiler, limite el precio del suelo edificable. Por cierto, muy cachondeable eso de anunciar la construcción de viviendas de promoción pública en vísperas de elecciones sin haber hecho poco más que nada en este punto... desde que llegó a La Moncloa, el 1 de junio de 2018.
Los banqueros saben que, con mucho esfuerzo, el emigrante hispanoamericano es quien más hipotecas les solicitaba: querían tener su propiedad, meta última de su migración a tierra extraña, aunque se tratara de la madre patria. Y eso no es capitalismo abusivo sino el 'derecho' a la propiedad privada, el mismo derecho que conculca la ley del "derecho a la vivienda", del bueno de Pedro. Si quieres que los pobres -perdón, vulnerables- tengan un hogar donde vivir fomenta la vivienda en propiedad, no el alquiler. No repartas la miseria: haz propietarios, no proletarios.
La propiedad pública es engaño y corrupción, la propiedad privada grande es esclavismo: lo que hay que conseguir es una multitud de pequeños propietarios privados. Por ejemplo, propietarios del hogar donde viven.
La propiedad pública es engaño y corrupción, la propiedad privada grande es esclavismo: lo que hay que conseguir es una multitud de pequeños propietarios privados. Por ejemplo, propietarios del hogar donde viven
De todas formas, algo ganaríamos si, en lugar de pensar tanto en derechos, volviéramos a pensar en libertades. Porque me temo que hemos acabado en el derecho a okupar la vivienda pagada por otro, en lugar de en la libertad para, con esfuerzo y tiempo, conseguir una vivienda en propiedad.
¿Qué es el socialismo? Envidia y reparto de la miseria. ¡Viva la pequeña propiedad privada! Recuerden: la propiedad privada es como el estiércol, maravillosa siempre que esté bien repartida. Los derechos de Sánchez, que se los quede él.