«Han destrozado mi vida y la de mi familia por una denuncia falsa», declaró a diversos medios de comunicación tras conocer su absolución el diputado de Vox, Carlos Fernández-Roca que, además, expresó su satisfacción por haber probado su inocencia, pero también su preocupación por el daño causado a sus seres queridos. Denuncia, cómo no, de acoso sexual a un varón.

En 2022, la Audiencia de Madrid pidió cinco años de cárcel para Fernández-Roca, por la acusación que interpuso contra él una profesora por presuntamente haberla violado. 

Entonces, la en aquel tiempo todavía ministra de Igualdad, en su línea, se pronunciaba contra el diputado de Vox, publicando un tuit en sus redes sociales: «La violencia sí tiene género». Una vez más, Irene Montero cargaba contra un hombre, como hiciera con Rafael Marcos, a quien calificó de "maltratador", el exmarido de María Sevilla, de Infancia libre, quien sustrajo a su hijo y lo mantuvo escondido para alejarlo de su padre, caso este último en el que la Justicia condenó a la podemita por sus acusaciones.  

 

 

La denuncia contra el diputado fue adelantada por Infolibre, tan de actualidad en estos días por 'destapar' su directora, Ángela Rubio, que el juez Peinado que investiga el caso Begoña Gómez, tiene dos DNI's.

 

Retornemos al diputado de Vox acusado en falso. Tras la publicación de dicha denuncia, varias responsables políticas se han pronunciado sobre la investigación judicial sin respetar la presunción de inocencia. Por ejemplo, la portavoz parlamentaria socialista, Adriana Lastra, dijo en Twitter: "Se llama Carlos Fernández-Roca, diputado de Vox. Dimitió sin dar explicaciones. Está acusado de agredir sexualmente a una chica que acabó sangrando. Es vergonzante y doloroso que alguien así se haya sentado en un escaño del Congreso".

No se ha pronunciado por el contrario la señora Lastra respecto a la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que ha condenado al exconcejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid Chema Dávila a un año de cárcel por un delito de abuso sexual contra una exmilitante socialista y extrabajadora del partido.

Volviendo al caso de Fernández- Roca, recoge El Mundo que resultó clave en su absolución el meticuloso interrogatorio practicado por la defensa, donde la denunciante preguntada por el acto sexual y el momento en el que le pidió parar al diputado, narró no acordarse de habérselo expresado. Es decir, que la denunciante ni expresó un sí es sí -que diría doña Irene Montero- ni un no es no.

Tras ser absuelto, el denunciado se preguntaba: "¿Quién resarce el daño causado a mi madre, a mi hermana, a mi padre?".

Motivado por las consecuencias de tal denuncia que resultó falsa -la renuncia de su acta de diputado, el cuestionamiento de su imagen y el daño causado a su familia- Fernández-Roca ha dado un paso significativo en el caso de las denuncias faltas y la acusación que lo representa ha solicitado tres años de prisión para María del Valle Robles de Moya, así como una indemnización de 337.004 euros que deberá abonar a Carlos Hugo Fernández-Roca, además de una multa de 4.380 euros por la presunta comisión de un delito de falso testimonio en el juicio contra el exdiputado de Vox.

Según el magistrado, Robles de Moya habría hecho declaraciones con intención de añadir detalles falsos para lograr la condena del acusado en dicho procedimiento penal.

En Hispanidad lo hemos dicho en varias ocasiones, una de las grandes mentiras de la violencia de género en sí misma es que la mujer no es violenta. Lo es, tanto o más que el varón, otra cosa es que físicamente suele ser más débil. Posee otras armas que pueden ser muy dolorosas. Y si no, que se lo digan a quienes sufren en primera persona las consecuencias de las denuncias falsas, como Carlos Fernandez-Roca.

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Afortunadamente, no se conforma con demostrar su inocencia.