El mal de España no está en los independentistas, ni en los vascos, ni en los catalanes, sino en Sánchez, que les hace crecer para mantenerse en el poder al precio que sea. Ahora, en su cinismo ancestral, ha recordado que en España existen cuatro lenguas cooficiales y que les va a defender en Europa durante su Presidencia... es decir, le ha dicho al rey Felipe VI que a quien tiene que nombrar es a él. “Es la hora de la democracia” y la democracia es él. El ególatra ha vuelto de vacaciones.
El modelo del 78 está condenado, en el mejor de los casos, a sobrevivir, nada más. Y esa supervivencia, ahora mismo, depende de un Rey acobardado ante Sánchez. Esperemos que rectifique
Pero el mal de España tampoco está en Sánchez sino en los 7,8 millones de españoles que han votado al PSOE tras cuatro años de desastre sanchista. Es decir, el problema no es Sánchez sino el descristianizado pueblo español. Si tras cuatro años de desastre sanchista, casi 8 millones de españoles votan al desastre... entonces el problema no es él, el problema somos todos nosotros.
El modelo del 78 está condenado, en el mejor de los casos, a sobrevivir, nada más. Y esa supervivencia, ahora mismo, depende de un Rey acobardado ante Sánchez. Esperemos que rectifique.