La vicepresidenta Nadia Calviño se parece mucho a su fallecido padre, el que fuera director general del RTVE, José María Calviño. Cada día más.
Pero el miércoles ya se pasó dos pueblos. Aseguró que si la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no quería debatir con ella es porque la tenía miedo. Así, como suena.
Vamos a ver, Nadia Calviño es una fracasada porque somos el país con más paro de toda Europa, uno de los más endeudados, presionado con un esfuerzo fiscal denodado, uno de los más afectados por la inflación no subyacente y un país que se está convirtiendo en un... país de vagos.
Además de fracasada es mentirosa, sobre todo cuando le da la vuelta a los informes de los organismos internacionales que, según ella, están aplaudiendo su gestión. Y presumida, cuando presume de cifras de empleo históricas cuando somos... el país con más paro de toda Europa y de toda la OCDE.
Y encima engreída. Se asombra de que alguien pueda llamarle radical -lo es- o de que alguien se atreva a llevarle la contraria.
Es una hija del Sanchismo: por eso se mantiene tanto tiempo en el cargo.