No pudo caer peor la actitud adolescente de la vicepresidenta primera del Gobierno en la reunión empresarial. La señora Calviño se negó a que le hicieran una foto porque sus compañeros de instantánea eran todos varones. Hubo que buscar a otra mujer para que doña Nadia aceptará ser fotografiada.
No contenta con su quisicosa, y a pesar de sus fracasos a la hora de hacer previsiones macro, -no acierta ni una- Calviño ha vuelto a proyectar sus mentiras hacia el futuro: asegura que los dos próximos años la economía española experimentará una fuerte subida. Prepárense para lo peor.