El fundador de Amazon, Jeff Bezos y considerado el hombre más rico del mundo, encargó a una compañía neerlandesa la construcción del yate velero más grande del mundo. El valor estimado del barco es de 430 millones de euros y, con unos 127 metros de largo, será el yate de vela más grande del mundo.

La cuestión, publica Libertad Digital, es que ahora hay que trasladar el barco desde el astillero ubicado en el oeste de Holanda hasta Róterdam, pero el yate gigante de tres mástiles no cabe por debajo del histórico puente De Hef.

Para solucionarlo, la empresa ha solicitado al municipio que se desmonte la estructura central del puente para que pueda pasar el nuevo yate velero de Bezos. El ayuntamiento de Róterdam, que prometió no tocar este monumento nacional tras su restauración en 2017, ha aceptado y los costes correrán a cargo del empresario. Porque la prepotencia de Jeff es global, pero su generosidad también. 

Según ha denunciado el presidente de la Sociedad Histórica de Róterdam, Ton Wesselink, existe la posibilidad de que el monumento acabe sufriendo daños: "el riesgo de daño a la estructura puede reducirse casi a cero porque las tareas las hará gente profesional, pero el riesgo siempre estará ahí", reconoció, "y este es un monumento histórico". Pero eso a Jeff como que debe de importarle muy poco.